En los últimos años ha aumentado la preferencia de los consumidores por las etiquetas limpias y los ingredientes de origen natural. Los antioxidantes naturales se utilizan ampliamente para estabilizar los productos alimentarios, evitar la oxidación y prolongar su vida útil sin utilizar aditivos sintéticos. La incorporación de estos productos naturales antioxidantes debe someterse a una estricta supervisión por parte de las autoridades reguladoras de todo el mundo, al igual que cualquier otro ingrediente.
En este artículo se analizan las motivaciones para utilizar antioxidantes naturales en los alimentos, se esbozan los marcos normativos mundiales y se destacan las directrices específicas publicadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que sirven de referencia para los fabricantes de alimentos que operan en distintos mercados.
¿Por qué se Utilizan Antioxidantes Naturales en los Alimentos?
La oxidación es una reacción química que degrada las grasas, los aceites y otros componentes sensibles de los alimentos, provocando ranciedad, decoloración, pérdida de nutrientes y reducción del periodo de almacenamiento. La incorporación de antioxidantes naturales en los alimentos ayuda a retrasar estos cambios, preservando las cualidades sensoriales y el valor nutricional. Estos compuestos son especialmente relevantes en productos con alto contenido en grasas o propensos al deterioro oxidativo.
Entre las fuentes naturales de antioxidantes se encuentran los antioxidantes naturales de hierbas y especias, como los polifenoles y flavonoides, que pueden encontrarse en el romero, el orégano y la cúrcuma. Desde un punto de vista industrial, los tocoferoles derivados de aceites vegetales, incluido el antioxidante natural vitamina E, se utilizan ampliamente en alimentos ricos en grasas para frenar la peroxidación lipídica. Estos antioxidantes naturales pueden ayudar a aumentar la vida útil de aceites, aperitivos y productos de panadería. Incluir antioxidantes naturales en productos cárnicos y avícolas también es una gran opción para aumentar su estabilidad y prolongar su conservación.
Más allá de la conservación, los antioxidantes naturales se han relacionado con posibles beneficios para la salud. La literatura científica sigue explorando el papel de los antioxidantes naturales en la salud y la enfermedad humanas, destacando su capacidad para neutralizar los radicales libres en el cuerpo humano. Este doble papel -tecnológico y biológico- ha situado a los antioxidantes naturales como opción preferente en la innovación alimentaria, aunque también plantea complejidades normativas.
Normativa mundial sobre antioxidantes naturales en productos alimentarios
La creciente demanda mundial de antioxidantes naturales en los alimentos ha llevado a los organismos reguladores a establecer marcos claros para garantizar su uso seguro. Los sistemas reguladores difieren de una región a otra, pero en general clasifican los antioxidantes como aditivos alimentarios que requieren evaluaciones de seguridad, límites de uso definidos y directrices claras de etiquetado.
La normativa mundial sobre seguridad alimentaria de los antioxidantes se centra principalmente en el origen, la dosis y la función prevista. El Codex Alimentarius, elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), regula el uso de aditivos alimentarios, incluidos los antioxidantes, para proteger la salud de los consumidores y garantizar prácticas justas en el comercio de alimentos. En cuanto a los antioxidantes naturales, el Codex permite su uso, siempre que cumplan ciertos criterios de seguridad y eficacia.
La Norma General del Codex para los Aditivos Alimentarios (GSFA) define los antioxidantes permitidos internacionalmente y sus concentraciones máximas en las distintas categorías de alimentos. No hace una distinción específica entre antioxidantes naturales y sintéticos desde el punto de vista normativo, pero incluye en sus listas varios antioxidantes de origen natural, como el ácido ascórbico (vitamina C), el tocoferol (vitamina E) o extractos vegetales ricos en polifenoles. Estos compuestos deben evaluarse y aprobarse según las especificaciones del Comité del Codex sobre Aditivos Alimentarios (CCFA) y las recomendaciones del JECFA (Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios), que determinan sus límites máximos de uso por categoría de alimentos. Los cuadros 1 y 2 de la NGAA enumeran los aditivos permitidos y sus niveles máximos de uso en diferentes categorías de alimentos, mientras que el cuadro 3 especifica los aditivos permitidos en categorías de alimentos no especificadas, junto con sus límites de uso.
Directrices de la FDA y la EFSA sobre antioxidantes naturales en los alimentos
En Estados Unidos, la normativa de la FDA sobre aditivos alimentarios se rige por la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos. La FDA exige que los aditivos alimentarios, incluidos los antioxidantes, sean aprobados mediante el proceso de petición de aditivos alimentarios o sean reconocidos como Generalmente Reconocidos como Seguros (GRAS). Los tocoferoles se consideran GRAS como aditivos alimentarios.
La FDA también presta atención al uso previsto del antioxidante: conservación tecnológica, suplemento nutricional o ambos. Cada función debe estar identificada, y el etiquetado correspondiente debe evitar afirmaciones engañosas sobre la salud, a menos que estén fundamentadas por pruebas científicas. La agencia también distingue entre aditivos alimentarios y complementos dietéticos, lo que afecta al modo en que se comercializan y distribuyen los productos.
En la Unión Europea, la normativa de la EFSA sobre ingredientes alimentarios se gestiona en el marco del Reglamento (CE) nº 1333/2008. Este reglamento regula el uso de aditivos como los antioxidantes en los productos alimenticios, centrándose en la seguridad de los consumidores. Los aditivos deben estar incluidos en la lista de la Unión, y su uso sólo está permitido en las condiciones especificadas para cada categoría de alimentos.
A cada aditivo alimentario se le asigna un código E, que indica que ha sido evaluado y aprobado en cuanto a su seguridad, y clasificado según su finalidad tecnológica. La EFSA también establece la Ingesta Diaria Admisible (IDA) para cada antioxidante, definiendo la cantidad máxima segura para el consumo diario de antioxidantes naturales en el cuerpo humano. Los antioxidantes naturales como los tocoferoles (E306-E309) están autorizados, pero su uso debe respetar los niveles máximos especificados.
Conclusión
A medida que crece la demanda de productos de etiquetado limpio, los antioxidantes naturales para aceites, carnes procesadas y bebidas funcionales adquieren cada vez más relevancia. Sin embargo, la integración de estos ingredientes en las fórmulas alimentarias debe hacerse prestando especial atención al cumplimiento de la normativa.
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