Soluciones naturales para conservar los ácidos grasos Omega-3
Aunque los ácidos grasos Omega-3 son bien conocidos por sus amplios beneficios para la salud, su vulnerabilidad a la oxidación suele eclipsar su potencial, ya que puede mermar considerablemente su calidad y eficacia. Esto supone un reto tanto para los consumidores como para la industria alimentaria. Afortunadamente, los antioxidantes naturales ofrecen una solución al proteger a los Omega-3 de la degradación oxidativa.
En este artículo se examinan los mecanismos por los que los antioxidantes naturales preservan los ácidos grasos Omega-3 en productos alimenticios y suplementos, garantizando que sigan siendo eficaces para promover la salud y el bienestar.
Los ácidos grasos Omega-3 y su importancia para el bienestar
Los ácidos grasos Omega-3 son grasas poliinsaturadas esenciales para diversas funciones fisiológicas que han sido ampliamente estudiadas por sus numerosos beneficios para la salud. Los tres tipos principales de ácidos grasos Omega-3 son:
- Ácido alfa-linolénico (ALA): se encuentra en fuentes vegetales como las semillas de lino, las semillas de chía, las nueces y las semillas de cáñamo. Sirve como precursor de los demás ácidos grasos omega-3, aunque la tasa de conversión en el cuerpo humano es relativamente baja.
- Ácido eicosapentaenoico (EPA): se encuentra principalmente en fuentes marinas como el salmón, la caballa, las sardinas y las anchoas. Es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y su papel en la salud del corazón.
- Ácido docosahexaenoico (DHA): también se encuentra, principalmente, en fuentes marinas. Es un importante componente estructural del cerebro, la retina y otros tejidos neuronales.
Los ácidos grasos Omega-3 son bien conocidos por sus beneficios cardiovasculares. Ayudan a reducir los niveles de triglicéridos en la sangre, disminuyen el riesgo de cardiopatías, reducen la presión arterial, previenen la formación de coágulos sanguíneos y reducen el riesgo de ictus [1].
Los beneficios del DHA
El DHA es fundamental para la salud cerebral, ya que constituye una parte significativa de la materia gris del cerebro y es esencial para el desarrollo y mantenimiento de las células neuronales. Unos niveles adecuados de DHA se asocian a una mejora de la función cognitiva, la memoria y la capacidad de aprendizaje. Durante el embarazo y la primera infancia, una ingesta suficiente de DHA es vital para el correcto desarrollo del cerebro. Los estudios han sugerido que los Omega-3 pueden ayudar a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y a controlar trastornos mentales como la depresión y la ansiedad [2].
Además, el DHA es un componente importante de la retina. Unos niveles adecuados son necesarios para mantener una función visual óptima, proteger contra la degeneración macular asociada a la edad y el síndrome del ojo seco, y favorecer la salud de la retina [3].
¿Cómo incorporar ácidos grasos Omega-3 en la dieta?
Integrar los ácidos grasos Omega-3 en la dieta es, por tanto, esencial para aprovechar sus numerosos beneficios para la salud. Además de las fuentes dietéticas, los suplementos nutracéuticos ofrecen una forma práctica de garantizar una ingesta suficiente de Omega-3, especialmente para las personas con restricciones dietéticas o aquellas que no consumen alimentos ricos en omega-3 de forma sistemática.
- Los suplementos de aceite de pescado se encuentran entre los más comunes, ya que proporcionan dosis concentradas de EPA y DHA.
- Los suplementos de aceite de algas son una opción vegetariana, ya que aportan beneficios similares sin depender del pescado.
Estos suplementos se presentan en diversas formas, como cápsulas, cápsulas blandas y aceites líquidos, lo que facilita su incorporación a la rutina diaria.
¿Por qué los ácidos grasos Omega-3 son propensos a la oxidación?
A diferencia de las grasas saturadas y monoinsaturadas, que tienen menos o ningún doble enlace, los ácidos grasos Omega-3 se caracterizan por tener múltiples dobles enlaces. Esta diferencia estructural los hace más flexibles y beneficiosos para las membranas celulares, aumentando su permeabilidad a través de ellas.
Sin embargo, la misma característica que hace beneficiosos a los Omega-3 los hace muy susceptibles a la oxidación. Los múltiples dobles enlaces son sitios reactivos que pueden ser atacados por radicales libres, lo que conduce a la degradación de estas grasas esenciales. Varios factores pueden acelerar la oxidación, como la exposición a la luz, el calor, el oxígeno y las trazas de iones metálicos como el hierro y el cobre.
La oxidación puede degradar significativamente la calidad y eficacia de los ácidos grasos Omega-3, perdiendo sus beneficios nutricionales. Cuando estas grasas se oxidan, producen sabores extraños y olores desagradables, lo que hace que los productos alimenticios y los complementos sean menos apetecibles y reduce potencialmente la aceptación de los consumidores. Además, el proceso de oxidación transforma los ácidos grasos Omega-3 en peróxidos lipídicos y otros compuestos nocivos que pueden contrastar sus efectos positivos para la salud.
Desde un punto de vista comercial, la oxidación puede acortar la vida útil de los productos, con las consiguientes pérdidas económicas para los fabricantes debido al deterioro del producto y a la menor confianza de los consumidores. Además, las normas reguladoras exigen a menudo que los fabricantes mantengan determinados niveles de ácidos grasos Omega-3 activos en sus productos para poder hacer alegaciones de propiedades saludables. La oxidación puede reducir la concentración de estas grasas beneficiosas, lo que puede hacer que los productos queden por debajo de los umbrales reglamentarios y provocar el incumplimiento de las declaraciones del etiquetado.
Antioxidantes naturales como protectores tecnológicos
Los antioxidantes naturales se utilizan eficazmente para salvaguardar los ácidos grasos Omega-3 en productos alimenticios y complementos nutricionales. Estos antioxidantes actúan como aditivos tecnológicos, impidiendo la degradación oxidativa de los Omega-3, con lo que mantienen su valor nutritivo y prolongan la vida útil del producto.
Polifenoles
Los polifenoles, un grupo diverso de compuestos vegetales presentes en frutas, verduras y vino tinto, son famosos por sus propiedades antioxidantes. Entre los polifenoles más eficaces para proteger los ácidos grasos Omega-3 se encuentran los del Extracto de Té Verde. Rico en catequinas, sobre todo en galato de epigalocatequina (EGCG), el extracto de té verde presenta una fuerte actividad antioxidante. Estos compuestos eliminan directamente los radicales libres y quelatan los iones metálicos, impidiendo el inicio y la propagación de la oxidación lipídica.
Vitamina C
La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es un antioxidante hidrosoluble que se encuentra en los cítricos, las fresas, los pimientos y el brécol. En los productos alimenticios, la vitamina C elimina los radicales libres neutralizándolos antes de que puedan iniciar la oxidación lipídica y puede, además, regenerar la Vitamina E, permitiéndole continuar su función protectora contra la peroxidación lipídica.
Vitamina E
La vitamina E es un antioxidante liposoluble que abunda en los frutos secos, las semillas, las verduras de hoja verde y ciertos aceites. Las formas primarias de vitamina E, los tocoferoles, pueden incrustarse en las membranas celulares e interceptar los radicales libres antes de que puedan interactuar con los ácidos grasos poliinsaturados presentes, incluidos los Omega-3, y oxidarlos.
En los productos alimenticios y los complementos nutricionales, la incorporación de Vitamina E ayuda a prolongar la vida útil de los productos enriquecidos con Omega-3, ya que previene la ranciedad y mantiene la calidad nutricional de los Omega-3. Esto garantiza que los productos conserven sus beneficios para la salud, proporcionando a los consumidores fuentes eficaces y estables de estos ácidos grasos esenciales. Esto garantiza que los productos conserven sus beneficios para la salud, proporcionando a los consumidores fuentes eficaces y estables de estos ácidos grasos esenciales.
Soluciones de BTSA a la oxidación de los ácidos grasos Omega-3
BTSA, principal fabricante europeo de antioxidantes naturales y Vitamina E natural, ofrece soluciones innovadoras para preservar los ácidos grasos Omega-3 en los productos alimentarios.
Tocobiol®, un producto único en el mercado
Tocobiol® es un producto único desarrollado en exclusiva por BTSA y derivado de vegetales no modificados genéticamente o de aceite de girasol, rico en tocoferoles naturales. Este producto destaca en la protección de alimentos y complementos nutricionales, conservando sus ingredientes activos y prolongando su vida útil. El alto poder antioxidante de Tocobiol® se atribuye a su mezcla sinérgica de tocoferoles, escualeno y esteroles.
Además, BTSA ofrece diferentes soluciones antioxidantes mejoradas para una completa protección oxidativa de los alimentos:
- Tocobiol® Plus CP 60: esta mezcla combina Tocobiol® con palmitato de ascorbilo de origen natural, aprovechando las propiedades sinérgicas de las vitaminas C y E para un rendimiento antioxidante superior.
- Tocobiol® XT: esta formulación combina Tocobiol® con extracto de té verde, proporcionando una mayor protección antioxidante.
Investigación: antioxidante natural para estabilizar el aceite de pescado
El departamento de I+D de BTSA realizó pruebas para determinar el antioxidante natural y la dosis óptimos para estabilizar el aceite de pescado. Utilizando el Método Rancimat, que acelera el proceso de oxidación, estos tests demostraron que los antioxidantes de BTSA protegen eficazmente las grasas y los aceites contra el enranciamiento oxidativo bloqueando los radicales libres.
El dispositivo analizó las siguientes muestras:
- Aceite de Pescado sin antioxidante
- Aceite de Pescado + 2500 ppm TOCOBIOL®
- Aceite de Pescado + 4600 ppm TOCOBIOL®
- Aceite de Pescado + 6000 ppm TOCOBIOL®
- Aceite de Pescado + 2500 ppm TOCOBIOL® PLUS CP 60
- Aceite de Pescado + 4600 ppm TOCOBIOL® PLUS CP 60
- Aceite de Pescado + 6000 ppm TOCOBIOL® PLUS CP 60
- Aceite de Pescado + 2500 ppm TOCOBIOL® XT
- Aceite de Pescado + 4600 ppm TOCOBIOL® XT
- Aceite de Pescado + 6000 ppm TOCOBIOL® XT
Se ha demostrado que los innovadores antioxidantes de BTSA, incluido Tocobiol® y sus mezclas sinérgicas, proporcionan una protección fiable y eficaz contra la oxidación de los ácidos grasos Omega-3, garantizando la estabilidad y longevidad de los productos alimenticios.
Como se muestra en la Figura 1, aunque el aceite de pescado analizado presentaba inicialmente una estabilidad inferior en comparación con la mayoría de los aceites de pescado analizados anteriormente, todos los antioxidantes BTSA mejoraron significativamente su estabilidad. En concreto, Tocobiol® XT demostró ser el más eficaz, aumentando la estabilidad del aceite de pescado en un 875% a una concentración de sólo 2500 ppm. Tocobiol® y Tocobiol® Plus CP60, a una concentración de 4600 ppm, aumentaron la estabilidad en un 838% y un 979%, respectivamente.
Estos antioxidantes son muy eficaces y ofrecen una excelente opción natural para prolongar la vida útil de los productos alimenticios con Omega-3 y mantener su calidad durante más tiempo.
Referencias
- Elagizi, A.; Lavie, C.J.; O’Keefe, E.; Marshall, K.; O’Keefe, J.H.; Milani, R.V. An Update on Omega-3 Polyunsaturated Fatty Acids and Cardiovascular Health. Nutrients 2021, 13, 204, doi:10.3390/nu13010204.
- Giacobbe, J.; Benoiton, B.; Zunszain, P.; Pariante, C.M.; Borsini, A. The Anti-Inflammatory Role of Omega-3 Polyunsaturated Fatty Acids Metabolites in Pre-Clinical Models of Psychiatric, Neurodegenerative, and Neurological Disorders. Front. Psychiatry 2020, 11, doi:10.3389/fpsyt.2020.00122.
- Senapati, S.; Gragg, M.; Samuels, I.S.; Parmar, V.M.; Maeda, A.; Park, P.S.-H. Effect of Dietary Docosahexaenoic Acid on Rhodopsin Content and Packing in Photoreceptor Cell Membranes. Biochim Biophys Acta Biomembr 2018, 1860, 1403–1413, doi:10.1016/j.bbamem.2018.03.030.