Los ácidos grasos omega-3 han obtenido reconocimiento mundial como nutrientes esenciales en estrategias de salud preventivas y terapéuticas. Su integración en los suplementos nutracéuticos sigue expandiéndose, impulsada por investigaciones que confirman sus beneficios, desde la protección cardiovascular hasta el apoyo cognitivo.
Sin embargo, la creciente demanda de suplementos dietéticos con omega-3 también plantea retos relacionados con su formulación. Los ácidos grasos omega-3 son propensos a la oxidación. De hecho, los análisis de suplementos de aceite de pescado comerciales han demostrado que, de 171 suplementos analizados en tiendas minoristas de Canadá, el 50 % superaba los umbrales recomendados de estabilidad oxidativa (1), lo que suscita preocupación sobre su calidad y vida útil.
Comprender la eficacia de los suplementos dietéticos con omega-3
Los ácidos grasos omega-3 son una familia de grasas poliinsaturadas de cadena larga esenciales que incluyen el ácido alfa-linolénico (ALA), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Estos ácidos grasos no se sintetizan de manera eficiente en el cuerpo humano y, por lo tanto, deben obtenerse a través de la dieta o de suplementos nutracéuticos.
Su incorporación a las formulaciones nutracéuticas se basa en un creciente número de pruebas que demuestran sus beneficios en varias áreas terapéuticas clave, como la salud cardiovascular, la salud cognitiva, la regulación inflamatoria y el equilibrio metabólico.
Numerosos estudios clínicos y preclínicos han investigado los efectos de los suplementos de omega-3, en particular las formulaciones que contienen ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). Estos ácidos grasos contribuyen al mantenimiento de la estructura y la fluidez de las membranas celulares, influyen en la función de los receptores y pueden regular la expresión génica a través de su interacción con receptores nucleares como los PPAR. Este mecanismo multifacético respalda su aplicación en diversas afecciones, desde la reducción de los niveles de triglicéridos en sangre (2) hasta la modulación de las respuestas inmunitarias (3) y el apoyo al desarrollo cerebral (4).
No obstante, la eficacia de los suplementos de omega-3 se pone a veces en duda debido a la variabilidad de los resultados clínicos. Factores como la oxidación de los ingredientes activos, las bajas tasas de conversión del ácido alfa-linolénico (ALA) en EPA y DHA en el cuerpo humano y los diferentes estados de salud de las personas contribuyen a la inconsistencia de los resultados.
Por lo tanto, garantizar la calidad del producto a través de la formulación y la estabilidad es esencial para maximizar el potencial terapéutico de los suplementos dietéticos con omega-3.
Comparación de fuentes de omega-3: aceite de pescado, algas y sistemas de administración avanzados
Tradicionalmente, las fuentes de origen marino, como el aceite de pescado y el aceite de krill, han sido las principales fuentes de EPA y DHA en la dieta. Estas fuentes ofrecen altas concentraciones de ácidos grasos omega-3 de cadena larga, lo que las hace eficaces para el enriquecimiento y los suplementos dietéticos. Estos aceites se encuentran en la carne de pescados grasos como la caballa, el arenque y el salmón, en el hígado de pescados blancos magros como el bacalao y el fletán, y en la grasa de mamíferos marinos como las ballenas y las focas.
Sin embargo, las preocupaciones por la sostenibilidad, los problemas de trazabilidad y el riesgo de contaminación con metales pesados y lípidos oxidados han impulsado la búsqueda de alternativas.
Las fuentes vegetales de omega-3, como las semillas de lino, las semillas de chía, las semillas de cáñamo, las nueces y los aceites de perilla y canola, proporcionan ALA. El ALA es un precursor del EPA y el DHA, un ácido graso omega-3 de cadena más corta, que puede convertirse en EPA y DHA en el cuerpo humano. Sin embargo, la tasa de conversión es relativamente baja, lo que limita su potencial terapéutico directo.
Los aceites omega-3 a base de algas representan una alternativa interesante. Las microalgas como Schizochytrium sp. y Crypthecodinium cohnii producen altos niveles de DHA y pueden cultivarse en condiciones controladas, lo que ofrece soluciones trazables, aptas para vegetarianos y libres de contaminantes ambientales. Los aceites de algas son especialmente adecuados para la nutrición infantil, donde el DHA es un componente fundamental para el desarrollo del cerebro y la retina.
Además, las innovaciones tecnológicas en los sistemas de administración han introducido formulaciones avanzadas como el aceite de krill a base de fosfolípidos, los aceites emulsionados y los polvos microencapsulados. Estos sistemas mejoran tanto la estabilidad como la biodisponibilidad de los ácidos grasos omega-3, al tiempo que enmascaran las características sensoriales indeseables.
Retos de la formulación: estabilidad, biodisponibilidad y nutrientes sinérgicos
Uno de los principales retos en la formulación de suplementos dietéticos con omega-3 radica en su alta susceptibilidad a la oxidación. Debido a la naturaleza poliinsaturada del EPA y el DHA, los aceites omega-3 se degradan rápidamente cuando se exponen al oxígeno, la luz o el calor, lo que da lugar a olores desagradables, una eficacia reducida y productos de oxidación potencialmente nocivos.
La estabilidad oxidativa puede controlarse mediante múltiples estrategias. Entre ellas se incluyen la selección de materias primas adecuadas, el empleo de antioxidantes naturales como los tocoferoles y el uso de envases impermeables al oxígeno.
Los tocoferoles son una opción adecuada que se ha utilizado ampliamente para estabilizar los aceites comestibles. Estos antioxidantes son liposolubles, lo que supone una ventaja para su inclusión en los suplementos dietéticos con omega-3. Su efecto sinérgico con el ácido ascórbico se ha utilizado para estabilizar el aceite de sardina refinado (5). Además, el efecto sinérgico de las aminas fosfolípidas con los tocoferoles en la retardación de la oxidación lipídica ha sido bien dilucidado en diferentes estudios (6,7).
Soluciones antioxidantes naturales para optimizar la estabilidad de los suplementos dietéticos con omega-3
En Btsa, el compromiso con la innovación y la calidad de los productos se ajusta perfectamente a las complejas exigencias de los suplementos de omega-3. Nutrabiol® es un antioxidante natural elaborado a partir de tocoferoles naturales procedentes de aceites vegetales no transgénicos. Es un producto excelente para proteger los suplementos dietéticos con omega-3, preservar sus ingredientes activos y aumentar la vida útil del producto.
Nutrabiol® Blends permite crear una fusión de ingredientes antioxidantes con palmitato de ascorbilo (vitamina C), galato de propilo, lecitina y extracto de romero para potenciar los efectos sinérgicos de diversos antioxidantes.
A medida que sigue creciendo la demanda de productos nutracéuticos eficaces y sostenibles, los suplementos dietéticos con omega-3 destacan por sus beneficios probados para la salud y sus diversas aplicaciones. Sin embargo, la formulación del mejor suplemento de omega-3 requiere una selección cuidadosa de las fuentes, protección contra la oxidación y estrategias que mejoren la absorción y la estabilidad. Abordar estos retos exige conocimientos especializados e ingredientes de alta calidad.
Fuentes
- Jackowski SA, Alvi AZ, Mirajkar A, Imani Z, Gamalevych Y, Shaikh NA, Jackowski G. Niveles de oxidación de los suplementos de n-3 (omega-3) de venta libre en Norteamérica y la influencia de la formulación y la forma de administración de los suplementos en la evaluación de la seguridad oxidativa. J Nutr Sci. 4 de noviembre de 2015; 4:e30. doi: 10.1017/jns.2015.21.
- Backes J, Anzalone D, Hilleman D, Catini J. La relevancia clínica de los ácidos grasos omega-3 en el tratamiento de la hipertrigliceridemia. Lipids Health Dis. 22 de julio de 2016; 15(1):118. doi: 10.1186/s12944-016-0286-4.
- Calder PC. Ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y procesos inflamatorios: ¿nutrición o farmacología? Br J Clin Pharmacol. Marzo de 2013; 75(3):645-62. doi: 10.1111/j.1365-2125.2012.04374.x
- Nevins JEH, Donovan SM, Snetselaar L, Dewey KG, Novotny R, Stang J, Taveras EM, Kleinman RE, Bailey RL, Raghavan R, Scinto-Madonich SR, Venkatramanan S, Butera G, Terry N, Altman J, Adler M, Obbagy JE, Stoody EE, de Jesus J. Suplementos dietéticos de ácidos grasos omega-3 consumidos durante el embarazo y la lactancia y el desarrollo neurológico infantil: una revisión sistemática. J Nutr. 2 de noviembre de 2021; 151(11):3483-3494. doi: 10.1093/jn/nxab238.
- YI, OS, Han, D y Shin, HK. Efectos antioxidantes sinérgicos del tocoferol y el ácido ascórbico en el sistema aceite de pescado/lecitina/agua. J Am Oil Chem Soc.1991; 68, 881–883. doi:10.1007/BF02660606
- Kazuo M. Prevención de la oxidación del aceite de pescado. J Oleo Sci. 1 de enero de 2019; 68(1):1-11. doi: 10.5650/jos.ess18144.
- Miyashita K, Uemura M, Hosokawa M. Prevención eficaz del deterioro oxidativo del aceite de pescado: enfoque en el deterioro del sabor. Annu Rev Food Sci Technol. 25 de marzo de 2018; 9:209-226. doi: 10.1146/annurev-food-030117-012320.