Clean Label

Clean Label: datos y tendencias sobre el etiquetado limpio

Es cada vez más frecuente que los números E, los potenciadores del sabor y los saborizantes artificiales sean motivo de desconfianza para los consumidores, que demandan productos cuyos etiquetados puedan entenderse con claridad y que no contengan químicos innecesarios. Los consumidores cada vez prestan más atención a la composición de los productos alimenticios y también a cómo se comunica ésta en el envase. Clean Label responde a la creciente demanda de información y transparencia por parte de los consumidores. El “etiquetado limpio” (Clean Label) está dejando de ser una tendencia para pasar a ser un comportamiento exigido por los consumidores, al que la industria en general está respondiendo, poniendo cada vez más en relieve estos aspectos en los envases alimentarios.

Aunque no existe una regulación oficial sobre “etiquetado limpio” (Clean Label), sí que podemos analizar las directrices que distintos organismos o grupos de interés ponen de manifiesto en este sentido.

El Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA) ha manifestado, a través de sus dirigentes, el reto que supone para la industria que los consumidores mantengan una creciente necesidad de comer alimentos cada vez más naturales, para lo cual proponen tres vías para ayudar a las empresas a conseguirlo:

  • En primer lugar, es importante considerar las últimas tendencias en ingredientes naturales para sustituir a los aditivos convencionales.
  • En segundo lugar, una buena vía puede ser el uso de las nuevas tecnologías de conservación menos agresivas y más respetuosas con las características sensoriales y nutricionales de los alimentos.
  • Por último, tenemos las alternativas en el envasado, con el uso de materiales con capacidades funcionales antifúngicas, antimicrobianas o con secuestradores de oxígeno (para evitar problemas de oxidación).

Organismos sin ánimo de lucro

Existen diferentes organizaciones como Clean Label Project™ que están aportando su visión sobre el etiquetado limpio con el objetivo de educar a las personas para que estén más informadas a la hora de comprar los productos. La filosofía de este proyecto se basa en poder aclarar a los consumidores qué es lo que la etiqueta no les cuenta. Es decir, buscan detrás de los ingredientes, los contaminantes industriales o medioambientales que pueda haber para informar al consumidor antes de que adquiera el producto. Las evaluaciones de los productos se basan en análisis químicos y la organización no realiza conjeturas ni suposiciones en torno a los datos proporcionados por empresas u otras asociaciones de consumidores, únicamente se limitan a realizar estudios y publicar los datos de manera objetiva.

¿Cómo funciona Clean Label Project™? Compran y analizan cientos de productos que representan el 90% de las mejores marcas en su categoría. Se realizan pruebas a ciegas en laboratorios independientes y los resultados se validan por otros dos laboratorios. Los datos obtenidos después de los análisis de los laboratorios son analizados y comparados por sus propios doctores. Con los resultados, y con el objetivo de mantener informados a los consumidores, Clean Label Project™ utiliza un sistema de clasificación de 5 estrellas disponible en la web para calificar a los productos que han pasado por el proceso de análisis.

En resumen, esta organización tiene como objetivo educar a los consumidores, para que sean conscientes de lo que están comprando. La forma en la que lo llevan a cabo es a través de datos científicos, identificando toxinas y compartiendo la información con los consumidores. También consideran importante entender cuáles son los tipos de contaminantes y productos que se analizan y sus efectos potenciales.

En la página web de esta organización sin ánimo de lucro hay una relación de agentes contaminantes que ellos analizan, junto a algunas de las cifras relativas a cada uno de estos contaminantes.

Empresas líderes en la industria alimentaria

Diversas empresas privadas han realizado sus propios estudios que se centran en la percepción de los consumidores respecto al etiquetado alimentario. Algunas de las estadísticas más importantes que se desprenden de sus encuestas son las referentes al nivel de consciencia de los consumidores respecto a los ingredientes de la comida procesada y la aceptación de dichos ingredientes.

En base a dichos estudios, las principales tendencias de los consumidores en esta materia son:

  • Los consumidores desconfían de aquellos términos alimentarios con los que no están familiarizados, sean naturales o sintéticos. Términos como “Sabores naturales”, “Extracto de romero” o “ciertos antioxidantes naturales” tienen una buena aceptación entre los consumidores por estar relacionados con conceptos naturales.  Por el contrario, ciertos colorantes y saborizantes, o antioxidantes sintéticos como el BHA, el BHT o el TBHQ, tienen una mala percepción por parte de los consumidores. Incluso conceptos como los números E no son bien evaluados, sin importar el hecho de que gran parte de los estos aditivos son de origen natural.
  • Otro de los datos que se desprende de esta encuesta es el relativo a la aceptación, donde se puede ver que 2 de cada 3 consumidores consideran que un producto que contiene ingredientes artificiales no debería ser considerado natural.
  • Respecto a las aplicaciones, los productos en los que la mayoría de los encuestados piensan que no debería haber productos artificiales es en la carne, lácteos y cereales.                                               
  • Por otra parte, según estas empresas, Clean Label ya no es una tendencia, sino una realidad incluida en el etiquetado de los productos alimentarios. Pero ¿cuál es la fórmula que debe estar incluida en el etiquetado para que los consumidores lo identifiquen como Clean Label en el etiquetado?
    • Claridad: 3 de cada 4 encuestados leen normalmente la lista de ingredientes, e identifican “sin ingredientes artificiales” y “sin aditivos ni conservantes” como los identificadores más importantes para asociar ese producto como producto natural o Clean Label.
    • Consciencia: los consumidores buscan directamente las marcas que normalmente consumen por estar concienciadas con el medio ambiente en sus procesos de fabricación, como el empaquetado, abastecimiento y ganadería responsable. Los consumidores buscan que las marcas no piensen solo en el abastecimiento a corto plazo, sino en el cuidado del medio ambiente y el planeta a largo plazo.
    • Conexión: por su parte, la tendencia de los millenials es la de comprar marcas con las que tengan una mayor conexión y no sean las que compran sus padres. Están interesados en saber lo que hay detrás de las marcas como el origen, las prácticas responsables y la gente.
    • Credibilidad: debido a la mayor información que reciben los usuarios sobre los ingredientes, estos son más conscientes de lo que compran y lo que consumen, por lo que demandan una información más exacta y creíble. Por ejemplo, se ha producido una confusión entre el término “Natural” y “Todo natural” utilizados como reclamos, que ha provocado un escepticismo en la sociedad.

Empresas especializadas en estudios de mercados

En EEUU se han realizado otras encuestas de donde se desprenden datos muy interesantes para la industria. En lo relativo a la producción, los consumidores reclaman una mayor transparencia.

Por ejemplo, el 68% de los consumidores consideran que es importante ver el producto a través del envoltorio antes de comprarlo. El 25% de los consumidores entre 18 y 34 han escaneado códigos QR en el envoltorio con un dispositivo móvil para obtener información. El 28% de los usuarios consideran un producto poco saludable si contiene ingredientes artificiales. El 30% de los consumidores encuestados admiten que comprarían más productos de la marca de la tienda si éstos contuvieran ingredientes fácilmente reconocibles. El 32% de los consumidores están de acuerdo con que el reclamo “natural” es bueno para la salud. También el 34% de los encuestados se sienten identificados con la frase “compro más comida orgánica de la que compraba hace un año”.

Como conclusión final podemos decir que, aunque no hay un organismo oficial ni autoridades sanitarias que definan claramente qué es Clean Label y cuándo se puede utilizar este concepto, lo que sí que parece que queda cada vez más claro es que los usuarios tienen más información, por lo que reclaman más claridad acerca de lo que compran y consumen, con el objetivo de consumir cada vez más productos naturales. En este sentido, está claro que hay una tendencia en el sector alimentario hacia lo natural y sostenible.

La tendencia del etiquetado está evolucionando desde los reclamos de “Todo natural” hacia una etiqueta más Clean label, es decir, que el consumidor perciba por sí solo, en base a sus conocimientos sobre los ingredientes, que se trata de un producto natural.