Tipos de material de embalaje usados en alimentos
En las últimas décadas, los embalajes y envases se han convertido en un elemento imprescindible en la compra alimentaria. Los alimentos son envasados y embalados con el objetivo de ser transportados, conservados y almacenados. Es decir, no sólo es un recipiente, sino que “el envase debe proteger lo que vende y vender lo que protege” (Briston-Neill, 1972), cuidando las interacciones del embalaje alimentario con los alimentos.
Desde la perspectiva empresarial, la apariencia del embalaje cobra especial importancia ya que identifica el producto en la cadena de distribución y lo diferencia cuando llega al consumidor.
A continuación, se detallan los materiales de embalaje más utilizados en la industria alimentaria: plásticos, vidrio, metales y madera y sus derivados.
Plásticos
Los plásticos son materiales poliméricos orgánicos que pueden moldearse hasta conseguir la forma deseada. La ligereza y versatilidad de los mismos han sido ratificadas a lo largo de décadas en el procesado y empaquetado de los alimentos. Los envases y embalajes de plástico protegen ante la contaminación de alimentos y ofrecen una resistencia mecánica adecuada.
Debido al menor coste y menor consumo de energía durante la fabricación, los plásticos han reemplazado a los materiales de embalaje tradicionales. Además, son capaces de conservar y proteger el alimento durante más tiempo, lo que minimiza la utilización de conservantes.
En relación con el consumidor, son fáciles de manejar y abrir y ofrece una superficie efectiva para la impresión de etiquetas o marcas. Sin embargo, aunque los plásticos son materiales reciclables, son muy contaminantes.
Te puede interesar: Clean Label: datos y tendencias sobre el etiquetado limpio
En el proceso de fabricación del plástico existen muchas variedades de resinas plásticas, siendo las más utilizadas:
- El cloruro de polivinilo (PVC): muy resistente a la humedad, las grasas y los gases.
- El polietileno y sus variedades (PET, PEAD, PEBD). El desarrollo de la gama PET ha revolucionado la industria del embalaje, permitiendo que el plástico compita directamente con las botellas de vidrio.
- El poliestireno (PS) es el plástico de elección para termoformado por su resistencia, maleabilidad y bajo coste.
La celulosa es una sustancia biodegradable obtenida de la pared celular de muchos vegetales y hongos. Fue la primera película transparente que se usó en el envasado y actualmente se utiliza para productos de confitería y pastelería, en situaciones donde los vapores necesitan “respirar” para evitar el deformado del producto.
Las poliamidas son un tipo de polímero que se puede encontrar en la naturaleza como la la lana, o de manera sintética como el nylon. Se utilizan para productos hervidos en bolsa, alimentos congelados, pescado, carne, verduras y carne y queso procesados.
Metales (acero, estaño, aluminio)
El uso principal de estos metales es la conservación de alimentos enlatados y bebidas. Los más utilizados son el acero recubierto de estaño y las latas de aluminio. Se trata de un material opaco que proporciona una ventaja para los alimentos sensibles a la luz.
Acero y estaño
Las latas de estaño están hechas de chapa de acero recubierta con estaño como medida de protección frente a la corrosión del acero, sobre todo cuando contienen productos con bajo nivel de pH.
Aluminio
El aluminio se utiliza cada vez más para enlatar debido a su ligereza, bajo coste y capacidad para ser reciclado. Se puede encontrar en embalajes, cierres de botellas y envolturas y laminados. Tiene las mismas propiedades de barrera que el acero, pero con la ventaja de ser resistente a la corrosión.
El papel de aluminio está formado por capas de aluminio laminado. Es un producto sumamente flexible que permite conservar o proteger los alimentos en el ámbito doméstico. Sin embargo, es difícil de usar en equipos modernos de embalaje rápido debido a arrugas, rasgaduras y marcas.
Las latas de aluminio de pared delgada son adecuadas para bebidas carbonatadas, mientras que las latas de pared ancha lo son para esterilización con vapor. Opcionalmente, se pueden utilizar lacas internas para evitar la interacción con el producto y de manera externa para proteger la tinta del rotulado.
Vidrio
El vidrio es un material inerte e impermeable a los gases y vapores. Es una barrera de oxígeno excelente y completamente neutral que está en contacto con los alimentos. Sin embargo, es un material frágil, pesado y que requiere mucha energía para ser fabricado.
El vidrio utiliza una de las materias primas más abundantes del planeta, la sílice, pero no es renovable. A pesar de ello, es un producto reciclable, ya que puede usarse como envase en repetidas ocasiones.
Se usan más de 75 mil millones de envases de vidrio al año en la industria alimentaria, siendo su principal uso para vinos, zumos, alimentos para bebés y refrescos.
Los envases de vidrio pueden ser botellas (las más utilizadas), frascos, vasos, ampollas, jarras, etc. Sin embargo, este material no se usa para productos congelados debido a los riesgos de rotura.
Madera, cartón y papeles
Los productos derivados de la madera son muy utilizados en el embalaje de alimentos en forma de papel y cartón.
El papel es un producto muy barato, ligero y con excelente capacidad de impresión. Aunque es muy sensible a la humedad, se puede corregir con una combinación de papel y otros materiales como plástico o parafinas.
El cartón es un material formado por varias capas de papel superpuestas, por lo que es más grueso, duro y resistente que el papel. Su principal uso es para embalajes y envases en forma de cajas.
En los últimos años, los fabricantes de papel y cartón, están prestando especial atención a temas relacionados con la salud y el medioambiente trabajando con productos reciclados que aumentan la vida útil de estas materias primas.
Avances en las técnicas de embalaje
La evolución de las técnicas de envasado y la conservación de alimentos transforman los procesos de fabricación, distribución, compra y preparación de los alimentos, tanto a nivel empresarial como familiar.
Los avances tecnológicos, como por ejemplo la incorporación de antioxidantes a los envases alimentarios, permiten aumentar la vida útil de los alimentos. Este sistema está basado en la adición de partículas a los materiales de embalaje para impedir la oxidación de los nutrientes. En este caso, los antioxidantes se pueden incorporar durante el proceso de fabricación o bien impregnar las paredes del envase antes de entrar en contacto directo con el alimento.
Te puede interesar: BTSA colabora en el desarrollo de un packaging antioxidante
En definitiva, es importante elegir el material de embalaje y envasado adecuado para cada alimento a conservar, teniendo en cuenta las circunstancias de transporte y condiciones de almacenamiento al que va a ser sometido.
¡Descarga nuestro ebook y descubre las claves para elegir el antioxidante ideal para tu producto!